martes, 20 de mayo de 2008

UN OBRERO CUBANO EN TIEMPOS DE REVOLUCIÓN



Francisco Miguel Barduena Torres

Foto: Jorge Luís Guibert García

Miguel Barduena es un obrero de la Industria Ligera santiaguera, de los que no se rinden, como millones de cubanos que lograron sacar adelante un país bloqueado y amenazado que atravesó por una profunda crisis económica y hoy se recupera.
Barduena Torres es fundador de la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) y fundador de las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) asociaciones que con las inventivas de sus miembros le ha ahorrado millones de dólares al país.
El es de los que ha dado la mano al país y a pueblos hermanos desde los mismos inicios del proceso de cambio más profundo y radical que haya existido y que existirá en
Cuba, la Revolución triunfante el 1. de Enero de 1959.
Su historia y su presente es muestra de consagración revolucionaria. Este obrero que no tiene más riqueza que el orgullo de servir a la patria, participó en la Campaña de Alfabetización que liberó a Cuba de la ignorancia, fue combatiente internacionalista en la hermana República Popular de Angola, hazañas por las que posee condecoraciones.
Cuenta en su haber además con la medalla José Ramón Martínez, por sus 25 años como trabajador de la Industria Ligera; la Jesús Menéndez, por 5 años consecutivos como Vanguardia Nacional, la orden Lázaro Peña, y dos condecoraciones de la emulación socialista internacional.
Otras distinciones engrosan su historial como la Aniversarios 50 y 60 de la CTC, XVI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba recibida de manos del líder histórico de la Revolución cubana,Fidel Castro Ruz; la Ernesto Guevara de la Serna, Che; además de dos sellos Forjadores del Futuro. Todos estos lauros le valen 19 nominaciones como Vanguardia Nacional de la CTC y 15 como Vanguardia Nacional de la ANIR
Sin embargo tanto mérito no tiene el valor supremo para Francisco Miguel, pues es superado por lo que el llama su razón de ser y es por mencionar algunos las inventivas surgidas de su creatividad para evitar que una fábrica de helados del municipio Santiago de Cuba, se parara por roturas en piezas que no produce el país, durante el 2007 su innovación permitió la producción de 335.1 miles de galones con un importe de 445.1 miles de pesos.
O alguna otra como la que permitió mantener produciendo a la fábrica de lubricantes, esta vez permitió la producción de 737 toneladas de lubricantes con un importe de 810 700 miles de pesos para la economía cubana.
Dice Barduena que el solo piensa en salir adelante con el trabajo que se plantee que no hay tarea difícil sino hombres incapaces de realizarlas, y al final de cumplirla se enorgullece porque en el resultado está la mente, el sudor, el esfuerzo de un colectivo de trabajadores. Para él esa es la mayor satisfacción.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opiniones, críticas y aclaraciones, todo lo que sea en favor de la calidad de Santiago en el mundo