lunes, 29 de marzo de 2021
Ocho áreas de salud superan la tasa de incidencia municipal en Santiago de Cuba
domingo, 28 de marzo de 2021
No podemos dejarnos arrastrar por la rutina
Por Yuzdanis Vicet Gómez
Hoy la solución a la inestabilidad en los resultados en el control de la pandemia en #SantiagodeCuba, no depende de tomar medidas nuevas, sino de cumplir y velar por que todos cumplan los protocolos establecidos; muchos lectores se preguntarán, por qué a más de un año hay que seguir insistiendo en que se haga lo que todos sabemos por observación, repetición y práctica.
Sin embargo, sí es importante recapitular sobre lo mismo pero, desde ópticas diferentes, se trata de cambiar métodos, enfoques, el ángulo desde el que se mira el hecho en sí y la forma de intervenirlo, demostrado está que seguir tratando de llegar al objetivo por el mismo camino no está dando el resultado que necesitamos; diría yo que esto es como el dominó, el que está parado al lado de la mesa ve la jugada que los que están jugando no consiguen ver.
Esto induce una posible solución: poner en sitios clave a personas capaces de ver más allá de la rutina, sea por su experiencia previa en lugares complicados, por ser cuadro a niveles de dirección más integrales que permite observar de forma sistémica cada fenómeno en cuestión, algo arto difícil para quien se circunscribe a su responsabilidad, pues en Covid-19 hay que tener en cuenta los antecedentes y los escenarios que pueden surgir a partir de una decisión insitu.
Lo cierto es que ya pasó un año de altos y bajos de controles, brotes y rebrotes, de grandes costos económicos, y lo que es peor, de familias enlutadas que son como combates perdidos en esta guerra contá el enemigo invisible a simple vista, pero no indetenible que es el Sars Cov-2. Lo que sería imperdonable es que hayamos cargado a las vacunas con la responsabilidad que tenemos desde la casa hasta los centros de salud, con eslabones muy importantes como son, los cuadros que deciden, pues sobre ellos cae la tarea de corregir los desatinos de las personas comunes, para que fluya el proceso a instancias superiores.
En la concreta, como se dice popularmente, en la lucha contra la pandemia estamos llamados, a no cansarnos de tratar de hacer al pie de la letra lo que dice el protocolo, que es acertado no lo dude ustes, cuando no sale bien es porque alguien interpretó en exceso, confió a la suerte alguna indicación y prefirió ponerle algo de sí mismo y justo ahí puede estar el error, un error que suele costar contagios y vidas.
martes, 23 de marzo de 2021
Conozca las razones del voluntario con quien inició la tercera fase de #Abdala en #SantiagodeCuba
Texto y fotos: Yuzdanis Vicet Gómez
Entre los 250 estudiantes santiagueros de Medicina y de la Universidad de Oriente que protagonizaron la jornada inicial del ensayo clínico en fase tres del candidato vacunal Abdala, el joven estudiante de la Facultad de Construcciones Nelson Piña López fue el primero.
A sus 23 años de edad, Nelson tiene suficiente madurez para evaluar una buena desición, ante la disyuntiva de presentarse o no como voluntario para recibir Abdala y explicó a Sierra Maestra, por qué lo hizo:
"Mi primera razón es que tengo un niño pequeño, casi siempre estoy en la calle y tengo que cuidarlo, también a su mamá y demás miembros de la familia..." Explicó Nelson.
"Pienso que al vacunarme seré inmune a la #Covid-19 una enfermedad que está matando a muchas personas y hay que cuidarse" continúa expresando el joven Nelson que vio en el ensayo clínico, una oportunidad para elevar su calidad de vida y proteger a su familia.
"Vine porque quise, es mi propia desición.", aclaró el estudiante como una suerte de manifestación expontánea de su responsabilidad, la misma de los miles que pesquisan en todos los barrios de Santiago de Cuba.
La responsabilidad de Nelson, emula también la entrega de sus propios compañeros en los centros de aislamiento, como mensajeros al servicio de personas vulnerables u organizando a la población para garantizar un acceso seguro a bienes y servicios.
Cuando se escriba la historia de la lucha contra la Covid-19 en Santiago de Cuba, nadie podrá ignorar la decisiva participación de los estudiantes y entre ellos se hablará también del primero que recibió en su brazo una inyección de esperanza llamada Abdala, él es Nelson Piña López.