martes, 13 de octubre de 2020
jueves, 13 de febrero de 2020
Una medida necesaria para oxigenar la economía cubana
Yuzdanis
Vicet Gómez / imágenes tomadas de Internet
Hoy
la palabra de orden cuando se habla de retos para los cubanos y cubanas y para
el país, es Economía. Y lo es con razón porque un fenómeno en el que toda
persona tiene parte, debe ser entendido para saber de qué se trata y cómo
podemos interactuar.
En
esta ocasión me tomaré la libertad de utilizar el término Economía más de lo
que la gramática exige para la redacción periodística, solo así entenderemos
las medidas que adopta la dirección del país para mantener la vitalidad de la
economía, por ejemplo: las tiendas para la venta en moneda libremente
convertibles.
Comencemos
por saber el origen de la palabra y la relación personal que tenemos con lo que
ésta designa: economía viene del latín “oeconomus”, y este del griego
“oikonomos”, de “oikos”: casa y “nemein”: administrador, lo que quiere decir
que la Economía nacional es la expresión macro de lo que hacemos en nuestros
hogares, donde nos agarramos hasta de un “clavo caliente” para que la cuenta dé.
En
casa ahorramos corriente, esperamos la guagua que es más barata, aplicamos el
pluriempleo y el Trabajo por Cuenta Propia para que haya otra entradita,
guardamos en el refrigerador el arroz que quedó para mañana… y otros métodos unos más ortodoxos que otros, pero
en esencia eso es administrar la economía del hogar, ¿se imagina cómo será administrar un país sin muchos más
recursos que su gran Capital Humano y además, bloqueado ferozmente por la mayor
potencia militar y económica de la
historia?
Entonces
ya estamos en condiciones de conocer el significado macro de Economía: es el sistema
de producción, distribución, comercio y consumo de bienes y servicios de una
sociedad o de un país, sumemos que para mantener su vitalidad se requiere
invertir,
que
significa colocar capital (dinero) en una operación, proyecto o iniciativa
empresarial con el fin de recuperarlo con intereses es decir, obtener ganancias.
Aquí
se aplica una fórmula básica: con el dinero se compran materias primas, insumos,
instrumentos, se paga transporte, salario; a esa materia prima se le agrega
valor transformándola con el trabajo nuestro para poder obtener ganancias, es
decir el “dinero incrementado” y así ponerlo, en el caso de Cuba, donde más
falta haga, donde es necesario subsidiar, dígase transporte, educación, salud,
seguridad social y para la compra de alimentos y medicinas en el extranjeros a
precios más caros y transporte más caros de lo normal, gracias al bloqueo
económico y financiero.
Creo
que ahora será más fácil para usted y para mí, entender la medida de las
tiendas para venta en monedas libremente convertibles. Se trata de una
alternativa para que el país obtenga divisas, “moneda dura” dinero que pueda
utilizarse para la compra en el exterior, para invertir en frentes de la
economía donde hace falta una inyección de capital para desarrollarnos y esa es
justamente la forma en que todos recibimos beneficios de esa medida económica.
Otra
cosa importante, para que medidas como estas den resultado, como de hecho lo están dando porque nos mantenemos
en pie, es el Capital Humano que está en nosotros mismos, en un conjunto de
conocimientos, experiencias, habilidades, sentimientos, actitudes,
motivaciones, valores y capacidad para hacer, portados por los trabajadores
(nosotros), para crear más riquezas con eficiencia.
Porque
nos caracteriza la conciencia, ética, solidaridad, espíritu de sacrificio y
heroísmo, inculcados por nuestra propia historia y por la obra y pensamiento de
Fidel Castro Ruz, alguien que nos legó
una gran confianza en que somos capaces de sostener la Revolución.
miércoles, 22 de enero de 2020
Mercenarios
Las historias de los pueblos que luchan por su soberanía, su independencia y autodeterminación siempre llevan la marca de los traidores, pues no es posible que convivan en el actuar de una persona el amor a la Patria que lo vio nacer y la sangre fría para mancillar su propia identidad, la identidad de una nación, eso se llama traición, mercenarismo; no hay diferencia alguna entre los que atacaron Playa Girón y estos.
Mucha indignación transmutada en acciones de desagravio a la figura de Martí manifestaron los cubanos dignos a todo lo largo y ancho de la isla, inmediatamente que se conoció el hecho de que personas inescrupulosas habían vertido sangre de cerdo sobre los impolutos bustos que presidían plazas de centros docentes e instituciones laborales.
¿El objetivo además de recibir dinero a cambio? Los propios autores lo expresaron: documentarlo con fotos y videos que fueron difundidos por canales, perfiles en las redes sociales y sitios web patrocinados desde el exterior, que obtienen financiamiento del presupuesto que cada año libera el gobierno de los Estados Unidos en el empeño infructuoso de subvertir la sociedad cubana y dar al mundo la falsa imagen de que en Cuba hay inestabilidad política, descontento y acciones populares contra el gobierno.
Los autores eran instrumentos de los círculos anticubanos de la Florida que pretendían basarse en las noticias falsas que siempre se han utilizado, aunque ahora tengan el mediático nombre de Fake News, para crear una matriz de opinión internacional que desacreditara al Gobierno y Estado cubanos.
Actitudes como esta ya fueron descritas por el propio José Martí cuando escribió “…la esclavitud de los hombres es la gran pena del mundo”, pues también se refería a personas capaces de ser esclavos de un puñado de dólares a cambio de su dignidad.
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