El líder histórico de la Revolución cubana sigue junto a sus pueblos
Escrito por Rafael Carela Ramos
Este es el criterio de los diez jóvenes abogados graduados en la universidad de Carabobo, Venezuela, que sostuvieron un reciente encuentro con el líder de la Revolución cubana, y que visitaron esta ciudad.
Durante el recorrido por el territorio, estuvieron en el cementerio Santa Ifigenia donde rindieron homenaje al Apóstol de la guerra de independencia José Martí, en el panteón a los mártires del 26 de Julio de 1953; el retablo a los héroes de las guerras por la independencia contra la metrópolis española; la tumba de Carlos Manuel de Céspedes y la de Frank País y sus familiares.
Los jóvenes abogados venezolanos también visitaron la casa donde vivió Fidel en El Tibolí en sus años de estudiante de primaria; la sede del Gobierno municipal de la ciudad de Santiago de Cuba; y el Cuartel Moncada donde recibieron una información detallada sobre aquella gesta heroica y acerca de los artículos que allí se encuentran expuestos.
También recorrieron la Granjita Siboney, lugar en el que se acuartelaron los combatientes antes del asalto a la segunda fortaleza militar de la tiranía de entonces, y finalizaron su estancia en el museo Abel Santamaría, quien fuera el segundo jefe del Movimiento 26 de Julio, con interés especial en la sala donde fue juzgado Fidel por los sucesos del Moncada,
Antes de concluir la jornada, la integrante del grupo Gisela León, manifestó que: “Santiago es un lugar memorable, estábamos esperando desde el inicio venir acá, y visitar el mausoleo a José Martí, figura pionera de la lucha de Cuba y América y ejemplo a seguir por nosotros junto al de Bolívar”.
Acerca de sus impresiones del encuentro con Fidel, señaló que: “vimos a un Fidel con energía, con la misma humildad que ustedes lo conocen. Luego vino la emoción de estar ahí con él, un hombre que piensa en la Patria, que todavía está activo.
Hablamos con él sobre cosas actuales y manejó con mucha facilidad todo lo que está ocurriendo en la actualidad. Fidel nos enseñó que aparte de la lucha la Revolución puede ser romántica. Nos sentimos satisfechos, emocionados porque fue algo maravilloso. Hay Fidel para rato”.