¿A quién quieren engañar? Utilizar la Carta Magna aprobada por más del 86% de los Cubanos, contra nosotros mismos es poco más de una osadía que la realidad no va a legitimar, como diría un amigo de mi piquete de jugadores de dominó “eso está en su mente”, pero cuidado, quieren que esté también en la tuya y cuentan con grandes cerebros y presupuesto para lograrlo.
Mientras tanto yo me valí de las propias “redes que muerden” si no sabes como tocarlas y encontré más de una información cuando introduje el concepto Guerra de Cuarta Generación en el buscador de Google, pruebe usted y encontrará textos como: “Cuidado, sus cerebro está siendo bombardeado…Su mente está siendo controlada por expertos…Las guerras no se inician con bombas sino con mentiras…Las balas son sustituidas por consignas mediáticas que no destruyen su cuerpo, sino que anulan su capacidad cerebral de decidir por usted mismo... Y mucho más.
En pocas palabras, quienes convocan a marchas "pacíficas", concentraciones ante instituciones públicas para reclamar derechos que supuestamente el Estado no garantiza su cumplimiento... no son otra cosa sino los vehículos militares de la 4GW o Guerra de Cuarta Generación.
¿Cuáles son sus proyectiles? Descontextualizar fragmentos de las leyes vigentes en Cuba para simular la licitud de sus acciones, apelar a confundir a quienes no consideran importante leer periódicos, escuchar y ver noticieros; manipulan historias personales y sensibles para lograr la empatía de otras personas, se valen del alcance de las redes sociales y todas las plataformas mediáticas para transmitir al mundo la falsa idea del caos y la ingobernabilidad en Cuba, aún cuando sus ojos ven una realidad paralela.
Como toda guerra, la que se desarrolla en el campo de la información y las redes sociales, tiene generales pero no están entre nosotros, están en el exterior, dónde los que no pierden la esperanza de que claudiquemos, de que no creamos en en nuestro proyecto social.
Esta contienda también necesita presupuesto, pero no sale de los bolsillos de las caras visibles, su financiamiento viene de una potencia extranjera que nos quiere subvertir para que sin saber cómo ni cuándo trabajemos para ellos, por una paz que promete guerra.