En el negocio actual de Ramón, ubicado en calle 9 No. 215 entre Fernández Marcané y Bravo Correoso, Santiago de Cuba. |
Texto y fotos: Yuzdanis Vicet Gómez
Cuando el Gobierno cubano puso en vigor el marco jurídico para la creación de Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) tanto en el sector estatal como privado, Ramón Francisco Guilarte Labrada ya estaba preparado para crear su propia micro empresa para Elaboración de otros productos alimenticios, una preparación que fue fruto de casi diez años de experiencia en el sector de la gastronomía como Trabajador por Cuenta Propia, además de mucho estudio, según explicó.
"Lo primero y lo importante, porque define qué es lo que vas hacer, es buena preparación, capacitación e información alrededor del marco jurídico que te da todas las luces de lo que quieres, pues aparte de las informaciones que están en sitio del Ministerio de Economía y Planificación, hay que profundizar, indagar, acercarse a instituciones como la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (Anec), ese es el lugar para evacuar dudas y ser orientado correctamente”. Insistió Ramón.
El uso de las nuevas tecnologías facilita los trámites
“Una vez definida la actividad económica, el nombre de la empresa y con toda la información y el asesoramiento legal, uno se puede enfrentar definitivamente a este proceso entrando al sitio web del Ministerio de Economía y Planificación, donde se accede a la planilla que posteriormente sirve como guía para aportar los datos a la plataforma; también se pueden descargar los estatutos marcos, que son generales y que hay que adecuarlos a las características de la actividad económica que se va a realizar, todo está en ese mismo sitio, no hay que acudir a las instituciones ni hacer colas, ya la plataforma te dice a donde ir, cuándo ir y cuánto cuesta el trámite.
“Es muy importante que se sepa que nuestra micro empresa está aprobada por el Ministerio de Economía y Planificación para iniciar trámites de creación, ya depositamos el capital social, pero el proceso continúa en Notaría, Registro Mercantil, la Oficina Nacional de Atención Tributaria y así sucesivamente, entonces seremos empresa.
“De todas formas ya le pedí a la Anec un proceso de adiestramiento en la Torrefactora, en Pastas y Caramelos, en la Alimentaria... pero no para ir a revisar papeles sino para aprender los procesos técnicos de cada producto de los que elaboraré, porque creo que es algo esencial para garantizar la calidad de mi trabajo”.
De Trabajador por Cuenta Propia a Empresario.
Anteriormente las actividades que yo podía realizar estaban limitadas, hoy hay una gran diferencia, ahora tengo un espectro enorme y un ejemplo es la descripción de la actividad económica que realizaré: Empresa que ofrece servicios de producción, elaboración y comercialización de productos alimenticios y de confitería, panadería, pastelería, cafetería; comercializará café tostado, molido y empacado, así como otros servicios conexos con la actividad de restaurante, y especialidades gastronómicas calientes y congeladas. Se amplió muchísimo lo que se puede hacer al extremo de que el servicio del restaurante pasó a un segundo plano.
“Ahora será más fácil comprar y vender, puedo buscar los proveedores que yo considere por la calidad u otros aspectos, puedo tener una casa matriz y varios locales abiertos para vender mis productos, como trabajador por cuenta propia no era así.
“También hay que tener en cuenta, el compromiso que se adquiere, con el Estado, con el público, con las empresas que tendrán relaciones contractuales con Compay Ramón, un compromiso de seriedad, de calidad del servicio, porque ahora seremos una Empresa, lo que nos pone en un estadio superior al de Persona Natural que teníamos cuando éramos Trabajadores por Cuenta Propia”, concluyó.
Entrevistar a Ramón Francisco Guilarte Labrada, devino en una elocuente conversación, que no es posible plasmar en su totalidad, cuando habla de “Compay Ramón” lo hace apasionadamente y con la seguridad de quien estaba esperando esta oportunidad que ofrece la actualización del Modelo Económico Cubano, con el objetivo de satisfacer las necesidades siempre crecientes del pueblo; escucharlo decir: “Anhelaba ser empresario y me preparé” da la certeza de su éxito e inspira a otros que seguramente lo seguirán.
Ramón está aclimatando su negocio a las nuevas oportunidades que da la actualización de la economía cubana, ojalá otros lo sigan.
ResponderEliminarA los cubanos nos falta ganar en cultura económica, es un proceso lento, que sin dudas ocurrirá, la creación de las Micro, pequeñas y medianas empresas privadas es uno de los nuevos caminos de la economía cubana, una apuesta por el desarrollo.
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