lunes, 2 de agosto de 2010

ESPECIAL: DECLARACIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR DE LA REPÚBLICA DE CUBA EN ESPAÑOL E INGLES




DECLARACIÓN
 Desde el miércoles 21 de julio Gerardo Hernández Nordelo está, otra vez, en el “hueco”. En esta ocasión en condiciones particularmente duras que atentan gravemente contra su salud y su integridad física.

Encerrado en una celda de castigo, un espacio mínimo que comparte con otro prisionero, carente de ventilación, soportando temperaturas superiores a los 35 grados centígrados y sin contacto con el mundo exterior.

En esta acción contra nuestro compatriota intervinieron oficiales del Buró Federal de Investigaciones (FBI) quienes dejaron claro que Gerardo está confinado por una decisión de esta Agencia.

A lo largo del prolongado proceso contra los Cinco las autoridades federales han empleado procedimientos semejantes para impedir su defensa y obstruir la justicia. En vísperas de cada decisión importante nuestros compañeros fueron aislados en el “hueco” para hacer imposible toda comunicación con sus abogados defensores. La historia se repite ahora cuando Gerardo ha presentado una demanda de habeas corpus, último recurso legal que le queda en el sistema norteamericano que lo condenó injustamente y le impuso la bárbara sentencia de dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión. Durante los doce años transcurridos desde su arresto las autoridades norteamericanas han prohibido que lo visite su esposa, Adriana Pérez Oconor.

Gerardo mantiene su indomable resistencia, su voluntad irreductible, su optimismo y convicción en la  victoria. Es un joven que acaba de cumplir 45 años de edad pero doce años de encierro en condiciones de extrema crueldad han comenzado a quebrantar su salud. Sufre varias dolencias que no son atendidas y causan profunda preocupación.

Desde abril Gerardo estuvo solicitando infructuosamente ser visto por un médico de la prisión. Esto no ocurrió hasta el martes 20 de julio cuando se le diagnosticaron dos problemas serios y se definió la necesidad de hacerle exámenes adicionales. Pero al día siguiente Gerardo no fue remitido al hospital sino que fue encerrado en una brutal celda de castigo. Desde entonces no lo ve el médico ni recibe tratamiento alguno.

Esta situación debe cesar inmediatamente.

Hacemos responsable al Gobierno de Estados Unidos por la salud y la integridad física de Gerardo Hernández Nordelo.

Alcemos nuestras voces, todas y todos, para salvar a Gerardo, un héroe admirable, un inocente que merece vivir en libertad.

 Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba
La Habana, Agosto 1ro de 2010

DECLARATION



Since Wednesday, 21st of July, Gerardo Hernández Nordelo has been in “the hole” again; this time in conditions so harsh that his health and physical integrity are being seriously affected.


He is locked in a minimum-space punishment cell with no ventilation that he shares with another prisoner, withstanding temperatures above 100°F, with no contact permitted with the outside world.

In this action against our comrade took part FBI officials that made it clear that Gerardo is confined by a decision of that agency.


Throughout the long process against the Five Cubans, US Federal authorities have employed similar methods to impede their defense and obstruct justice. On the eve of each of their appeals, our comrades were isolated in “the hole” to make it impossible to communicate with their attorneys. History is now repeating itself when Gerardo has filed a habeas corpus, the last legal resource remaining to him in the U.S. system that unjustly convicted him and imposed the barbaric sentence of two life terms plus 15 years in prison. For the twelve years since his arrest, the U.S. authorities have banned his wife, Adriana Perez Oconor, from visiting him.

Gerardo has maintained his indomitable courage, his unyielding will, his optimism and his belief in victory. He is a young man, just turned 45, but twelve years of imprisonment in conditions of extreme cruelty have begun to seriously affect his health. He suffers various ailments that are not addressed, causing deep concern.


Since April Gerardo had been trying, unsuccessfully, to be seen by a prison doctor. This did not happen until Tuesday, July 20, when he was diagnosed with two serious problems and the need for additional exams was determined. But the next day Gerardo was not sent to the hospital, but instead was locked in a brutal punishment cell. Since then he has not seen the doctor nor received any sort of treatment.


This situation must cease immediately.


We hold the U.S. Government responsible for the health and physical integrity of Gerardo Hernández Nordelo.


Let us, one and all, raise our voices to save Gerardo, a hero, an innocent who deserves to live in freedom.


National Assembly of the People’s Power of the Republic of Cuba.


August 1st 2010

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