Cada contradicción nueva
supera la anterior, y es que el sistema judicial norteamericano siempre
encuentra el modo de caer más profundo en el abismo del descrédito, empujado
por el compromiso con la mafia anticubana.
De esta forma, el escenario
jurídico de Estados Unidos de América se encuentra hoy en medio de una tormenta
de contradicciones, por un lado el proceso contra los 5 cubanos antiterroristas
acusados de espionaje, sin pruebas que así lo avalen y condenados a penas, burlescas,
por su arbitrariedad.
Por otro lado el actual juicio
contra Posada Carriles, acusado de fraude, cuando en realidad es hoy el más
connotado terrorista con, participación directa en la muerte de cientos de
personas inocentes.
Tal es la falta de razón y
sentido común de quienes mueven los hilos
jurídicos allí, que hasta a una esposa y a una niña se les arrebata el
derecho universal que tienen, así Olga e Ivette
sufren una larga tortura psíquicas y ensañamiento, con las sistemáticas
negativas de visa para que ellas visiten a René González.
La negación de visa a Olga
Salanueva para que acompañe a Ivette a ver a su padre, se solapa bajo el pretexto de garantizar la
seguridad nacional, cuando realmente cubre una ilegalidad.
El sistema judicial y
el gobierno norteamericanos violan la Convención de Ginebra y la Declaración de los
Derechos del Niño de la ONU.
Incluso más que violar
derechos, torturan a la niña como lo describe
el propio René en una carta a Ivette, y cito:
…“Cuando pudimos vernos
nuevamente ya habíamos visto pasar ocho meses y recién habías cumplido un
añito. Estábamos bajo custodia y cuando notaste que me tenían esposado al brazo
de la silla, habrás pensado que era un perrito (…) Tu mami te trató de sacar de
dudas con una expresión que la indignación hizo sarcástica. "No, Ivette,
aquí el perro no es tu papá…" Fin
de la cita.
Mientras tanto los extremos
de la vara, cargan con el gran peso de
la injusticia, así el equilibrista sistema jurídico de la gran potencia,
refleja, justamente, la crisis interna del imperio, que como fiera herida no vacila
en lanzar zarpazos, que dañan incluso,
la inocencia de una niña que quiere ver a su papá sin las manos atadas.