La ciudad de Santiago de Cuba, la más caribeña del archipiélago, será anfitriona por tercera vez en lo que va del año 2008 de los representantes del Caribe, región que atesora muchos más elementos en común que la ubicación geográfica. En esta ocasión será sede de la III Cumbre Cuba-CARICOM.
Años tras años las calles y comunidades santiagueras acogen a las embajadas culturales del Caribe, en una hermosa Fiesta del Fuego y de pueblo, festival que durante 28 ediciones ha hermanado a culturas y países, que encuentran aquí un escenario para el intercambio y profundización de las raíces identitarias de la región.
Igualmente la Expo-Caribe, que constituye la segunda bolsa comercial del país, tiene su reunión en esta ciudad, que se presta para que instituciones y gobiernos de naciones bañadas por las mismas aguas, expongan sus productos, firmen acuerdos y adviertan la posibilidad de establecer relaciones comerciales justas, al margen de tratados de “libre comercio” bajo la tutela y para el beneficio del Norte.
Santiago, Ciudad Héroe de la República de Cuba, no podía disponer de mejor ocasión para tener el privilegio de ser sede de la III Cumbre Cuba-CARICOM, pues su pueblo hospitalario vive hoy el entusiasmo por la pasada celebración del aniversario 55 del Asalto al Cuartel Moncada, epopeya fecunda que señaló el único camino posible para que luego de cinco años, cinco meses y cinco días, triunfara la Revolución Cubana.
Y para que el Caribe, los santiagueros y los cubanos tengan más motivos para el sano orgullo, esta misma tierra matizada por la convergencia del azul caribeño y el verde de la Sierra Maestra, se apresta a celebrar el 50 aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, un derecho ganado por el pueblo santiaguero el 1. de enero de 1959.
Santiago de Cuba se convierte así en el escenario ideal, para la reflexión ante los retos que impone el mundo globalizado, la profundización y el fortalecimiento de las relaciones de solidaridad y cooperación entre Cuba y las naciones del Caribe.
A treinta y cinco años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y un reducido grupo de cuatro países del Caribe, el puente de solidaridad se ha extendido a 14 naciones independientes, a través del que han transitado la colaboración científica, la educación y la salud, logros que Cuba comparte con el único interés de hermanar pueblos.