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lunes, 13 de marzo de 2023

Ejercer mi profesión es mi deber sagrado

 


Por Yuzdanis Vicet Gómez

Conjugar la atención intensiva a los pacientes en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso y las responsabilidades de ser Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, pudiera parecer demasiado, pero no piensa igual el Dr. Francisco Ricardo Sagaró Rosales quien también debe dedicar tiempo a la investigación científica y la familia.

Para beneplácito de los lectores de Sierra Maestra este profesional, candidato a Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el municipio de Santiago de Cuba, hizo espacio entre sus ocupaciones y accedió a ser entrevistado.

Dr. Francisco en el contexto económico y social actual ¿Cuáles son los desafíos para su profesión?

“La profesión del médico y en general la del trabajador de Salud Púbica se ve afectada por diferentes cuestiones como la crisis económica percibida en la inflación que estamos sufriendo, la escasez de recursos materiales para la atención médica, en la que tiene la mayor cuota de responsabilidad el bloqueo económico, comercial y financiero que se nos impone desde Estados Unidos.

“Mucho daño hace la fuga de cerebros que se experimenta en el gremio, por llamarlo de alguna manera, como en casi todos los sectores de la sociedad cubana, y todo eso repercute en la atención a los servicios priorizados y programas como el del Médico y la Enfermera de la Familia que se han visto afectados porque es menos personal y más exigencia”.

¿Imaginó cómo será desempeñarse como médico intensivista y diputado al parlamento?

“Mi prioridad siempre va a ser cumplir con mi labor asistencial, por supuesto que de ser elegido como Diputado tendré que cambiar todo mi estilo de vida y adaptarme a nuevas circunstancias, pero esas dos son las prioridades y en este orden: ser médico intensivista, que es mi deber sagrado y Diputado, desde donde, además de defender al pueblo trataré de ser la voz de mi gremio que necesita ser escuchado también a instancia del máximo órgano legislativo de Cuba”.

¿El Dr. Francisco defenderá los intereses de sus colegas o de sus pacientes en la Asamblea Nacional?

“Espero representar los intereses de todos, tanto de mis colegas como de mis pacientes, porque todos somos parte del pueblo cubano y a este se debe un miembro de la Asamblea Nacional del Poder Popular, por lo tanto, sus problemáticas deben ser también las mías”.

Participa en varios proyectos de investigación en su campo. ¿Qué importancia le atribuye a la innovación para la sostenibilidad del proyecto social cubano?

“Todo proceso de investigación da la solución a una problemática, sea en Cuba o en el mundo, uno no solo investiga por el placer de descubrir algo sino para resolver un banco de problemas, por eso pienso que la investigación debe ser parte de nuestra cotidianidad. Por ejemplo: el médico tiene que brindar un servicio asistencial directo a un paciente, pero no puede dejar de lado por ningún motivo la labor investigativa ya que eso le permitirá atender mejor, estar actualizado, aprovechar las ventajas de las nuevas y buenas prácticas en su especialidad. Investigar e innovar también es superarse, permite alcanzar categorías docentes, asistenciales y científicas que no por gusto son exigencias para todos los profesionales”.

¿Cómo asume su familia las responsabilidades actuales y las que se avecinan?

“Mi familia como muchas familias cubanas está dividida… los de aquí y los de allá; por lo menos los que siempre me han estimado y me han dado su apoyo para todo, que son mi madre, mi padre y mis hermanos están de acuerdo con estas decisiones porque al final son la materialización de muchos años de esfuerzos”.

De ser electo el 26 de este mes. ¿Cómo quiere que lo perciba el gremio médico cubano cuando usted intervenga en la Asamblea Nacional?

“Espero que mis compañeros sean capaces de verme no solamente como Diputado, de hecho, ya se refieren a mí en ese término, aunque todavía no lo soy, sino como aquella persona capaz de reflejar todas sus problemáticas a cualquier nivel, como un ente igual que ellos, con sus mismas necesidades e intenciones de ayudar al pueblo, como alguien que piensa que la mejor forma de hacerlo es mejorando la calidad de la propia Salud Pública”.

Este redactor percibe en el Dr. Francisco a un santiaguero que vive, sueña y padece como cualquiera de los que habitamos esta tierra en tiempos de crisis, pero con la mirada fija en un futuro mejor que es posible, en tanto cubanos como él trabajen comprometidos con su pueblo.



viernes, 10 de marzo de 2023

Pensar en nosostros es pensar en Cuba

 


Carlos Antonio Leyva Isaac, es uno de los más jóvenes candidatos a diputado a la Asamblea Nacional por la provincia de Santiago de Cuba, hoy se desempeña como presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Universidad de Oriente y tiene mucho que decir. Dejaré que sea la elocuencia de sus respuestas la que conduzca esta entrevista.


¿Cómo describes un día común como presidente de la FEU y estudiante?

“Un día común para mí siempre va a ser dinámico, hay que partir de que mi función principal es estudiar, y llevo a la par la presidencia de la FEU tramitando las indicaciones nacionales y las que son de la institución, intercambiando con los muchachos, atendiendo las tareas de la Unión de Jóvenes Comunistas y del Partido. Es una cotidianidad muy, muy dinámica no hay otra forma de calificarlo, pero uno trata de disfrutarlo”.

¿Cuáles son los retos de dirigir a jóvenes estudiantes universitarios en el contexto cubano actual?

“Uno se pregunta todas las noches, cómo conseguir que los 7 000 estudiantes que representa se sientan identificados con el trabajo del Consejo de la FEU de la Universidad de Oriente, creo que para lograrlo hay que ajustarse a sus realidades, porque ahí es cuando puede decirse que se está haciendo un buen trabajo, y es difícil de lograr porque el contexto nos impone circunstancias verdaderamente complejas para el funcionamiento, no solamente de la FEU, sino de cualquier organización.

“Ahora mismo el principal reto es lograr que los jóvenes puedan ver su futuro proyectado en nuestro país, que puedan decir: ‘mi prosperidad económica y espiritual, y la de mi familia las puedo lograr aquí, no necesito ir a otro país’. Por tanto, que los jóvenes cubanos le sirvan a su Patria, que decidan ayudar a sostenerla y desarrollarla, ese siempre va a ser el principal reto”.

¿Cómo visualizas la responsabilidad de representar a los estudiantes universitarios cubanos en el órgano legislativo de tu país?

“La enfrentaría, en el caso de ser elegido, siempre apegándome a la realidad, partiendo de la opinión colectiva de los estudiantes, es algo que se logra con el intercambio directo desde la brigada donde me siento a recibir clases hasta todas las demás de la Universidad que son alrededor de 280.

“También hay que trabajar con organización, me he dado cuenta en estos días de que hay que estar organizado y en la medida que uno lo logra puede emitir criterios más coherentes; un buen resultado sería que cuando cualquier universitario del país me vea en una intervención en la Asamblea Nacional, diga: ‘los muchachos de la FEU que integran el Parlamento, están pensando en nosotros’, eso es desde mi perspectiva, la meta”.

¿Alguna vez imaginaste la responsabilidad que asumirías?

“No sé ni qué decirte. Yo solo tengo 21 años imaginarme que a esta corta edad iba a tener la posibilidad de estar en el Parlamento hubiera sido imposible, todavía lo veo como algo muy lejano, cuesta verse allí con la responsabilidad de dar el voto directo para elegir al Presidente de la República, al Consejo de Estado, tomando decisiones de gran peso para los destinos de Cuba… sinceramente no me lo imaginaba”.

Ante la insistencia de este reportero Carlos Antonio les envió un mensaje a los jóvenes cubanos:

“Lo único que quisiera transmitirles a nuestros jóvenes técnicos, obreros, campesinos, universitarios, tanto hombres como mujeres: es que piensen que en nuestras manos, en nuestra inteligencia y en nuestro quehacer está el futuro propio, de nuestras familias y de nuestro país. Que tenemos que ser capaces de levantarnos cada mañana a montarnos sobre las deficiencias identificadas pero no para criticarlas, sino para solucionarlas, así estaremos pensando en nosotros que es pensar en Cuba”.

Si algo faltara para concluir esta entrevista no sería una idea del redactor sino de Fidel, quien el 4 de abril de 1962 expresó: “Creer en los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria! ¡Amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz…”.