Yuzdanis Vicet Gómez
“…si la realidad no coincide con la CNN ignore la realidad, cierre la ventana y atienda la pantalla.”
Juego sucio, Pascual Serrano.
Hoy es común en Cuba, como en casi todo el mundo, que muchas
personas, en su mayoría jóvenes, caminen por las calles, hagan estancias
en parques y viajen en los ómnibus sin sacar la cara de la pantalla del
celular ni quitarse los audífonos, una práctica que ya provocó más de
un accidente y dañó más de un cerebro.
Sin embargo, si bien es cierto que preocupan las distracciones extremas,
afectaciones neurológicas y a las relaciones sociales de las personas
que llevan el uso del móvil al nivel adictivo, en esta ocasión me
referiré al aislamiento del individuo que reduce su mundo a juegos,
aplicaciones, redes sociales, videoclips, música…
Varios son los ejemplos que demuestran cuan manipulables son las
personas que no reciben información actualizada de fuentes confiables,
que no escuchan ni ven noticieros, no leen un periódico y consideran
“creíble”, interesante y “verdadero” únicamente lo que les llega a
través del móvil.
En el mundo se pueden citar países, donde las propagandas, subliminales y
directas, utilizando las redes sociales como vehículo, han
desencadenado desestabilización, conflictos sociales, políticos o
armados y donde “por casualidad” al final interviene el ejército de los
Estados Unidos.
Cuba no está exenta de tales ataques y precisamente por estos días se
usan las plataformas digitales para confundir a los cubano con la falsa
noticia de que una embarcación los espera en la #BaseNaval de
Guantánamo, ¿Qué pretenden? Pues generar un éxodo migratorio que afecte
los acuerdos entre los dos países y acusar a Cuba ante el mundo. No se
deje engañar.
Tecnologías como los Smartphone (teléfonos inteligentes) son un medio
eficaz para transmitir, noticias falsas, crear estados de opinión
respecto a realidades construidas desde laboratorios, movilizar a
cientos, miles o millones de personas en función de un hecho
dramatúrgicamente muy bien montado y finalmente desestabilizar sistemas
políticos, provocar derrocamientos de gobiernos, caos y muerte.
Tales resultados son posibles porque esas personas viven en
dependencia total de sus teléfonos y no se exponen a otro tipo de
información por lo tanto no tiene como comparar y comprobar, es decir
realizar las acciones cognitivas que haría alguien realmente informado;
No pretendo decir que no se utilicen las redes sociales, sino que
también se accedan a los medios de prensa nacionales incluso en
Internet, pues todo son visibles en la red de redes.
Mientras redactaba estas líneas, me vino a la memoria y por suerte
tuve a mi alcance en versión digital para no variar, el libro del
periodista español Pascual Serrano, titulado Juego sucio, una mirada a
la prensa española de hoy, que vio la luz en Cuba en la feria del libro
de 2006, sin embargo lo cité porque 19 años atrás ya se describía un
fenómeno similar.
En uno de los ejemplos de la manipulación mediática, que el autor
tituló: María Teresa Campos y la realidad, se observa como una
presentadora de la CNN intenta imponer una matriz mediática en el
exterior de Cuba ante la amenaza de un huracán, no se lo voy a contar,
léalo usted mismo.
“En el programa de María Teresa Campos de Tele 5, informa esta que el
huracán Iván avanza en Cuba destruyéndolo todo y sembrando la muerte a
su paso. Una española de vacaciones en Varadero telefonea y sale en
directo para decir que allí todo era normalidad. Indignada, María Teresa
Campos le dice que sintonice la CNN y deje el canal local, en
referencia a la Televisión Cubana; y le advierte que por esa emisora no
se iba a enterar de nada. Se le olvida a la presentadora que la oyente
estaba físicamente en Cuba y para ver la climatología sólo tenía que
abrir la ventana, no poner la CNN. La moraleja es clara, si la realidad
no coincide con la CNN ignore la realidad, cierre la ventana y atienda
la pantalla.”
¿Qué le parece? Pues una cosa es cierta, hace 19 años fuera de Cuba
había que sentarse frente a un televisor para ser manipulado de esta
manera, pero hoy a los cubanos dependientes de los celulares les puede
llegar tales intentos de manipulación, mientras come, caminan,
“trabajan”… ¿a cuántos implícitamente les habrán mandado a cerrar la
ventana y mirar la pantalla del móvil? Sería lamentable que con 60 años
de instrucción, educación y cultura fuéramos a caer en ese juego.
Resulta que las plataformas digitales como Facebook, Twitter, Instagram,
Youtube, Vimeo, Flickr… hoy son usadas como armas en la llamada Guerra
4G (Guerra de cuarta generación), justamente como la que Estados Unidos
está realizando en la República Bolivariana Venezuela. Entonces le
sugiero a quienes lean estas líneas, que adviertan a las personas que
puedan, que les exhorten a acceder a los medios nacionales y
provinciales, porque su hijo, hermano, nieto o amigo, puede ser una
mente bajo asedio.