viernes, 14 de diciembre de 2018

Sobre los cambios y sueños para CONTINUAR


Yuzdanis Vicet Gómez
Según el Diccionario Online (http://dle.rae.es/) de la Real Academia Española, la primera acepción de la palabra “crisis” es: “Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados.” Como puede observar no se identifica ese vocablo con lo bueno o lo malo, con lo que se acepta o se niega.
Lo que queda claro es que la “crisis” define las formas de enfocar las situaciones, siempre cambiantes que nos impone la cotidianidad, nos motiva y dinamiza el pensamiento, un “Cambio profundo y de consecuencias importantes…” es en ocasiones lo que necesitamos en nuestro actuar, para mejorar situaciones  a las que nos acostumbramos, por comodidad o por rutina.
Cuántas conductas y modos de hacer indeseados, perduraron ante nuestros ojos sin que moviéramos un dedo, hasta el momento en que nos causaron un daño grande y en el fervor de la molestia y la necesidad de que no se repitiera, surgió la idea, la alternativa, la solución definitiva al asunto en cuestión.
Traigo el tema a la palestra porque Cuba existe en un mundo convulso,   y aunque nos parezca impersonal, nuestro país es la suma de todos nosotros, de nuestro trabajo y resultados, de aciertos y desaciertos, de sueños alcanzados y otros frustrados, por eso cuando algo anda mal nos afecta a todos y cada uno.
Cuando ha sido necesario que la dirección del país utilice alternativas para salir adelante, están quienes creen que la responsabilidad es únicamente de los decisores, sin embargo se equivocan los que así piensan; una sociedad es un sistema y lo más mínimo no le es ajeno a ninguno de sus miembros, nuestros dirigentes siempre han contado con su pueblo, que son la razón de ser y los verdaderos jueces.
Otros equivocados creen que ya estamos acostumbrados y le aseguro que es un error, cada contexto tiene sus peculiaridades, por ejemplo, usted no es el mismo de hace 20 años atrás, porque cambiaron sus intereses, prioridades, capacidades físicas y el entorno familiar donde vive probablemente creció, sin contar con las fluctuaciones de su poder adquisitivo entre otros…
Quizás, todo se reduzca a sutilezas que al parecer no significan nada, pero ¡cuidado! que cualquier detalle puede devenir en grandes resultado; otros al parecer muy traumáticos como mudarse de barrio, cambiar de trabajo, seleccionar mejor las amistades… pueden ser la solución a los malos momentos que solemos llamar “crisis”.
Quizás en la esquina por donde pasa, en la guagua, en el trabajo o en la propia casa, usted ha escuchado: que si falta esto o aquello…, siempre en el umbral entre la realidad y la fértil imaginación que hace especial al cubano; y yo le digo que no es el susto la solución, sino comenzar a pensar y actuar diferente para obtener el resultado que busca, eso depende de usted sobre todas las cosas, como diría el científico alemán Albert Einstein: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Diciembre de orgullo y compromiso





Yuzdanis Vicet Gómez
De fecundo para todos los cubanos y especial para los santiagueros, me atrevo a calificar al mes de diciembre, son 31 jornadas antecedidas por el 30 de Noviembre cuando toda la ciudad se vistió de rebeldía para sacudir los cimientos del régimen.
A solo dos días de iniciado el último mes del año desembarcó la esperanza en Los Cayuelos con Fidel al frente y como un puzzle  aritmético, 60 años y dos días después retorna sobre sus pasos, ese santiaguero por derecho de esta tierra, para ser sembrado cual grano de maíz que ya germina en suelo agradecido.
Por razones como esas y otras muchas que faltan por citar, ligar  diciembre, Fidel y Santiago es mucho más que la convergencia de un hombre y una ciudad en un mes determinado, es la fusión inequívoca de ideales, de acción, de sueños hechos realidad; es la unidad dialéctica e inevitable de pensamientos y hechos protagonizados por dos grandes del pasado, el presente y para el futuro de Cuba, Fidel y Martí.
Y significa más, es también el compromiso de un pueblo que no falló ni fallará para que siga siendo aquí donde siempre espere la victoria a todo aquel que luche por la justicia para su gente, a quien llame a cualquier puerta abierta, a quien vuelva por los rastros de las piedras arrojadas al tirano.
Pero diciembre es más, es el mes que vio vivir sus últimos días y morir en combate al Titán de Bronce, ese vástago santiaguero que como fiel hijo de Mariana, refrendó el juramento  de que quien intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, y él no vaciló en regar la propia.
Por estos días rompieron sus cadenas las principales ciudades de aquí y de todo el archipiélago, avanzaron Camilo y el Che hacia el centro y occidente, mientras Almeida y Raúl unían sus tropas con las de Fidel en la Operación Santiago; fueron los días de la entrada triunfal al rendido cuartel Moncada, donde años atrás la Patria recibió la sangre de muchos de sus valerosos hijos dispuestos a ser libres o mártires.
Fue en diciembre cuando los mambises sí entraron a Santiago, esta vez disfrazados de guerrilleros con barba y uniforme verde olivo pero con el mismo corazón, luego de librar la misma lucha, como evolucionados en el tiempo para hacer justicia.
 Fue también en diciembre cuando se proclamó a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo, una obra cultural sin igual en el mundo, un reto vencido por todos  y para todos los cubanos, una puntada más para unir al pueblo en torno a su líder y a su proyecto social, un anuncio de lo mucho que sí se logró, siguiendo el precepto de que los sueños de hoy, son las realidades de mañana.
Pareciera que este mes sacude el polvo y lega al año nuevo, la luz, la alegría, la victoria; por eso el 31 de diciembre en la Fiesta de la Bandera esperaremos el ondear que preludia prosperidad, seguros de que amén de la brisa, enero cosechará el Triunfo. El último día del año todos los santiagueros harán planes  y proyectos, soñarán porque es posible soñar en esta tierra, porque el halo mítico  que se respira, es certero presagio de júbilo y victoria.