Hay
un paraje de la serranía santiaguera donde hace 20 años no ha dejado de haber
luz día y noche, no se trata de un fenómeno astrofísico, si no de los
resultados de la central de generación fotovoltaica, instalada el 16 de septiembre
de 1997 en la comunidad de Santa María de Loreto, perteneciente al consejo
popular Ti Arriba del municipio de Songo La Maya.
En
los hogares de dicha comunidad, constituida por 47 vivienda y 210 habitantes en
el momento de obtenida esta información, se pudo contabilizar 12
refrigeradores, 31 televisores, 11 licuadoras, 12 ventiladores, además de DVD,
radios, otros electrodomésticos y el alumbrado óptimo en las viviendas,
elementos que ilustran la calidad de vida de sus habitantes.
Además
del sector residencial, de la central compuesta por paneles fotovoltaicos, el
banco de baterías y los convertidores, se alimentan instituciones como una
escuela primaria donde estudian 16 niños y niñas, la tienda mixta, una
despulpadora de café, el círculo social, el consultorio del Médico de la
Familia y una red de alumbrado público que realza la utilidad del servicio
eléctrico.
Tales
condiciones propician la permanencia de los campesinos en la zona, e incluso se
registra un incremento de la población y las viviendas, un hecho de vital
importancia para la economía del municipio y la provincia, pues aportan
anualmente más de 8 mil latas de café de alta calidad, además de frutas, los
que constituyen sus principales fortalezas económicas.
Sin
embargo, la producción agrícola no es todo el aporte de la comunidad, pues vale
destacar que hasta la fecha la central fotovoltaica de Santa María de Loreto ha
permitido que se deje de emitir por concepto de uso de combustibles fósiles una
15 t. de CO2 al año, lo cual equivale a 300 t. durante los 20 años
de explotación de la central y un ahorro aproximado de 117 t. de diesel que se
hubieran consumido de ser necesaria la instalación de un grupo electrógeno,
estos indicadores muestran un impacto ambiental positivo y prueban la
sostenibilidad de la obtención de energía eléctrica a partir de la luz solar.
Interioridades de la
central
Para
adentrarnos en las características de este prodigio energético montañas
adentro, pudimos contar con los conocimientos del Ing. José Emilio Camejo Cuán,
jefe del Departamento de Electrificación del Centro de Investigaciones de
Energía Solar de Santiago de Cuba, uno de los responsables de la instalación de
la central 20 años atrás, quien al referirse a esta, mostró especial apego,
como el de un padre a su hijo.
“…es
un sistema centralizado con la característica de que el recurso se utiliza de
forma común, es una central de 16KWp, un logro de la fotovoltaica en el país y
es la única que con estas características funciona en la actualidad en Cuba,
Latinoamérica y posiblemente en el mundo.”
También
era de obligada referencia para hablar de la central fotovoltaica de Santa
María de Loreto, el técnico fundador quien además fungió como delegado de
circunscripción durante 17 años, Julio Ferreiro Tamayo, quien asimiló los
conocimientos para operar la central y mantener las redes de distribución y atribuye el éxito “… al hecho de que las
personas han sido disciplinadas con el uso de la corriente, avisan cuando adquieren
un equipo nuevo para ajustar la cantidad de energía que se distribuye y se
preocupan cuando existe alguna dificultad, es una expresión de unidad y
colectividad.”
Luego
de ser azotada por el devastador huracán Sandy y lidiando con la obsolescencia
de algunos de sus componentes, la central fotovoltaica se mantiene en pie y
brindado servicio a la comunidad, evitando gastos a la economía del país y
ahorrándole esfuerzo a la naturaleza al impedir la emisión de CO2
durante 20 años y haciendo de Santa María de Loreto, un lugar donde el sol
alumbra de noche.