Otra cosa no se
podía esperar. El imperio echó a funcionar su maquinaria movida por las
mentiras y la difamación, para tratar en vano, de desacreditar a la Revolución cubana.
Se trata, por
supuesto, de la continuación del plan iniciado con el sacrificio de la vida del
huelguista de hambre. El gobierno de los Estados Unidos sabe que no vamos a
transigir con las solicitudes de los presos, que ante todo son delincuentes
comunes, lacras de la sociedad.
Están seguros de
que no renunciaremos a la justicia, a la soberanía, al internacionalismo, a la
igualdad de oportunidades real y la democracia participativa, expresada en las
recientes asambleas de nominación de candidatos a delegados al gobierno
municipal.
Lo que es lo
mismos decir, sintéticamente, no renunciaremos jamás al socialismo, ya está
aprobado en nuestra constitución, por abrumadora mayoría popular.
La campaña
mediática, que emprende EE.UU. es una clara expresión de la potencia impotente,
que como fiera herida, tira zarpazos hacia todos los lados y hace uso de
cuantos medios tenga a mano.
Por supuesto que
la difamación mediática es uno de sus favoritos para buscar aliados en la
puesta en escena del gran “show” internacional.
Los que caen
cautivos por la representación teatral, tarde o temprano para ellos se
desengañarán, más, puede que ya hayan vendido su alma al diablo y le toque a la
historia y la realidad demostrarles de qué lado se está junto a la justicia, la
sensatez y el vago instinto de conservación, que aún les queda a los habitantes
de este planeta.
Pretenden
encontrar apoyo en personalidades y gobiernos del mundo para legitimar sus
argumentos vacíos o su falta de argumentos.
También tratan de
potenciar la subversión interna, de los contrarrevolucionarios, a los que les
cerraremos el paso con la ética y los argumentos que tenemos en el quehacer
diario, y con la reafirmación revolucionaria y el repudio a las maniobras
imperiales.
La respuesta de la juventud universitaria santiaguera siempre a la vanguardia, no se hizo esperar, con un acto protagonizado por estudiantes
y profesores de la
Universidad de Oriente, alta casa de estudios de prestigio
internacional ubicada en la ciudad de Santiago de Cuba.
Allí se manifestaron esta mañana en contra de la
maniobra difamatoria, que emprende el imperio con el objetivo de desacreditar la Revolución cubana, menudo ejemplo quiere dar el rey de la mentira.
Alegres, profundos, responsables y comprometidos con la Revolución
“La
continuidad está, son ustedes” así se
dirigió a los jóvenes santiagueros el miembro del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba y su Primer Secretario en esta indómita provincia, Lázaro
Expósito Canto, al concluir la asamblea provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Entonces quedó como reto fundamental, legitimar con
la práctica la elocuencia de las intervenciones en el plenario, para que la
organización encarara los procesos políticos-económicos desarrollados en el
país para fortalecer la
Revolución, ante la realidad que vive el mundo.
Ya
la Juventud
cubana está en Congreso, de allí emanan ideas, proyecciones y tareas que darán
la oportunidad a la vanguardia para demostrar cuan preparada está, y expresar
su capacidad para movilizar. Otras metas trazadas y conseguidas han probado que
se puede.
Pues
son herederos de la gesta iniciada el 10 de octubre de 1868, de José Martí,
Ernesto Guevara, Che; y comparten hoy las ideas y las luchas de del líder
histórico de los cubanos, Fidel Castro.
En
lo inmediato dos tareas, hablan por sí mismas, una lograda: la participación en
el trabajo voluntario en labores de recogida de escombros en el área que será
el “Jardín de las Enramadas” el pasado domingo 28, donde el Distrito 4 de la UJC, Abel Santamaría, tuvo la
responsabilidad principal y la cumplió, mereciendo la felicitación del Partido
Comunista de Cuba.
Se
demostró que los jóvenes sí son laboriosos y asimilaron el legado del Che,
fundador del trabajo voluntario.
La
otra misión la comparten los 67 delegados de la provincia de Santiago de Cuba
que estarán representando a los jóvenes indómitos, ellos son portadores de las
ideas y proyecciones surgidas desde las
asambleas abiertas en la base, allí serán testigos de ello los 8 invitados.
Desde
aquí el pueblo santiaguero los seguirá a través de los medios de prensa, y
aguardarán prestos a implementar las estrategias y lineamientos emanados de esa
cita que mostrará al mundo cuan profundos, responsables y comprometidos con la Revolución están
los jóvenes de hoy, concientes de que son las manos laboriosas que continuarán
la obra.
Podría describir aquí
numerosos detalles del traslado desde Miami hasta nuestras prisiones. El trato
que nos dieron: separación, caja negra, celdas de castigo, etcétera, no
sorprendió, siempre es el mismo. Nada significó para las autoridades
carcelarias la reducción de nuestras sentencias.
Particularmente, mi
estancia en el Centro de Transito Federal de Oklahoma fue larga. Dieciocho
días, aislado, en una celda del llamado "hueco", días que parecieron
una eternidad.
Con algo de papel y
diminutos lapicitos, fui escribiendo el diario de estas jornadas, así como un
grupo de cartas personales y muy especiales, nacidas en esa soledad, donde,
parafraseando versos de Juan Ramón Jiménez, diría: "Tu eres dios de tu
pecho, tu eres solo Universo, tu eres uno en tu centro".
Solo una parte de ese
diario y una de las nueve cartas escritas llegaron a su destino. Me dolió
muchísimo que esto pasara, y recurrí a la poesía para revivir las vivencias de
aquel aislamiento y, de alguna forma, reponer la irreparable perdida. Del 3 al
16 de marzo, ya en Florence, nacieron estos poemas, a modo de diario, los que
sugiero se lean como un solo poema (como se dice han de leerse los famosos
Sonetos de Shakespeare, claro que salvando la gran diferencia entre esa obra
clásica y esta modesta creación).
Para este poemario decidí
escribir versos decasílabos con una rima libre, en la cantidad de versos del
soneto. No es mi objetivo la búsqueda de belleza rítmica o de perfección de
estrofa, mucho menos crear algo novedoso.
Solo pretendo llevar al
lector hasta los rincones de mi alma por aquellos días de injusto y total
asilamiento, aunque también, como dijera Darío: "mi protesta queda escrita"
contra el trato y contra la inusual perdida.