Acceder al empleo, ese derecho humano universal reclamado en todos los confines de la tierra y que garantiza proveer a la familia de los recursos materiales que necesita, es el objeto de análisis de este Periodista que pretende conducirlo por una realidad que no muchos conocen, pero a todos afecta.
Nos auxiliamos de Israel Antonio Riverón Sánchez, Subdirector de Empleo de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social en Santiago de Cuba quien accedió amablemente a compartir datos que ayudan a entender cómo se mueve el acceso al empleo en grupos etarios y de géneros, en relación a las formas de gestión y los sectores de la economía.
Aclarando dudas
En un tema que define la calidad de vida, el carácter de las relaciones sociales, el equilibrio de los indicadores económicos familiares, municipales y nacionales, es necesario precisar conceptos de interés. Primero: tanto en el sector estatal como el no estatal los empleadores están obligados a no establecer requisitos discriminatorios por color de la piel, edad, género, condición física o preferencia sexual para acceder a las plazas puestas en convocatoria. Segundo: los empleadores pueden convocar mediante anuncio interno en la entidad, haciendo uso de los medios de prensa o publicándolo en la Apk Trabajando en Cuba.
Tercero: los empleadores sí pueden exigirle a los aspirantes calificación, nivel escolar, habilitación o experiencia laboral, en dependencia de las exigencias profesionales de las actividades en cuestión, siempre que no se constituyan en factores discriminatorios. Cuarto: para acceder al mercado laboral los aspirantes pueden acudir a las Direcciones Municipales de Trabajo y Seguridad Social, a los Trabajadores Sociales en los Consejos Populares o hacer uso de la Aplicación Trabajando en Cuba, a la que se puede acceder a través del sitio web www.mtss.gob.cu o descargándola de www.apklis.cu explicó Riverón Sánchez.
Números rojos
Sepa usted que según datos estadísticos compilados en Santiago de Cuba al cierre de 2021, la provincia registraba 1 millón 37 mil 339 habitantes de los que el 20% superaba los 60 años de edad, y que como resultado del aumento de la mortalidad, consecuencia lógica del envejecimiento poblacional, la disminución de la natalidad y la emigración tanto interna como externa, la población en edad laboral (de 17 a 65 los hombres y hasta 60 las mujeres) había decrecido hasta ubicarse en la cifra de 647 mil 969.
Del número anterior, aclaró el directivo, solo estaban ocupados 396 mil 865, lo que también constituyó un decrecimiento respecto al 2020 y el único sector de la economía que creció fue el no estatal con unos 12 000 más, en tanto el estatal decreció aproximadamente en 30 000; vale aclarar que de los 264 mil 892 ocupados en el sector estatal casi la mitad (+100 000) trabajaban en entidades presupuestadas. Es posible darse cuenta de que el número de santiagueros que en el 2021 producían riquezas era irrisorio respecto a la población de la provincia.
El Subdirector de Empleo de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social explicó a Sierra Maestra que un estudio realizado en noviembre del año pasado concluyó que de 42 mil 672 desvinculados del estudio y el trabajo encuestados el 59.2% (25 262) eran del sexo femenino, lo que constituye un reto para el Programa de Adelanto de la Mujer que se pone en práctica en todo el país. También llamó la atención que de los desvinculados el 51% eran personas entre los 36 y 59 años, en plena capacidad laboral.
Sin dudas en Santiago de Cuba son perceptibles los efectos del Envejecimiento Poblacional y la migración en indicadores laborales como la Población Económicamente Activa y los índices de ocupación, sobre todo entre las personas que producen riquezas respecto a quienes trabajan en oficinas, es decir indirectos a la producción, aclaramos que se excluyen del análisis a los que sostienen servicios como la Educación y la Salud que son pilares en la sociedad cubana.
Lo cierto es que queda mucho por hacer, para atraer a la población en edad laboral hacia los empleos que pueden reportar crecimiento en la producción de bienes y servicios en la provincia, justo cuando más lo necesita la economía; no se puede sesgar ningún factor pues la sociedad es tan diversa como sus propios miembros y al caimán le ha tocado navegar contracorriente, pero habrá que emplearse más en la búsqueda de soluciones, porque los expuestos son datos que dan trabajo.
