El primero de Mayo selesdará una contundente
respuesta
Por Froilán González y Adys
Cupull
Una intensa
campaña de ofensas, calumnias y desinformaciones contra el
pueblo de Cuba se desarrolla en estos días en Estados
Unidos y algunos países de Europa. Igual política se aplicó intensamente
en el mundo previo a la invasión de los mercenarios por Playa Girón.
En diciembre de
1960, el Gobierno de Estados Unidos, el Pentágono y la CIA tomaron la decisión de
asesinar a los principales dirigentes de la Revolución cubana
y derrotarla por diferentes medios.
En estos
primeros meses, el imperialismo trató de sembrar la duda en
cuanto a la capacidad de resistencia de la Revolución y el Gobierno
cubanos, pretendiendo hacer creer que era una gran locura desafiar a los
Estados Unidos a 90 millas
de su territorio y que a Fidel Castro le quedaban pocos días en el
Gobierno. Se intensificaron los sabotajes y crímenes organizados
por la CIA.
El 3 de enero de 1961 el
gobierno de Estados Unidos rompió las relaciones diplomáticas con
Cuba. El "Sunday Times" de Londres, afirmó que
esa acción aumentaría las simpatías de los pueblos latinoamericanos
por Fidel Castro y su Revolución y Castro saldría ganando con
esa medida, ya que Estados Unidos se había colocado en una
situación que lo que hiciera sería mal visto.
Junto a la campaña
calumniosa se sucedían agresiones directas de todo tipo. Se reportaban
desembarcos de contrarrevolucionarios y lanzamientos de armas e
implementos bélicos desde aviones norteamericanos.
El gobierno de Estados
Unidos inició el bloqueo que impedía la importación de medicamentos,
alimentos, piezas de repuesto, y materiales de primera
necesidad. Comentaristas y analistas extranjeros consideraban
que la invasión de Estados Unidos se haría realidad en pocos
días y acabaría con todos los revolucionarios.
El
"Manchester Guardian" desde Londres señalaba que los
ataques a Cuba era parte de un amplio proyecto destinado a presionar al
gobierno revolucionario con el fin de aislarlo del resto de Latinoamérica
y situarlo en cuarentena diplomática.
Con el propósito de
pretender aterrar a la población cubana, en la base naval que los
norteamericanos ocupan en Guantánamo, se llevó a cabo el
reforzamiento militar con la llegada del portaviones Roosevelt
y varios destructores, coincidiendo con una operación de minado del
litoral.
Washington anunció que un
portaviones, un submarino atómico, tres submarinos, diez
destructores y otras unidades de apoyo realizarían maniobras en el
Caribe, en la cual participarían 1 000 infantes de marina.
La situación de Cuba, en
varias capitales ocupaba los programas estelares de los noticieros
televisivos, radiales y de los más importantes periódicos. Como parte de la Guerra Psicológica
se destacaban los preparativos bélicos realizados por Estados
Unidos en el Caribe.
El
general H. Fischer, anunció que al terminar
las maniobras mantendría una fuerza militar en la zona constituida
por cinco unidades navales y un batallón de infantes de marina. Funcionarios de
la OEA, dominada
por Estados Unidos, formulaba declaraciones contra Cuba.
El "Daily News"
publicó un artículo, afirmando que los hombres que liberarían
a Cuba eran llevados en aviones desde Miami a Guatemala para entrenarse
militarmente. "The New York Times" indicaba que fuerzas combativas
estaban siendo adiestradas por personal de Estados Unidos, con
la anuencia expresa del presidente de Guatemala, Idígoras Fuentes, quien
brindó todo el apoyo a la solicitud norteamericana.
Las campañas
de prensa fueron intensas. Se presentaba a Cuba como un
"diablo comunista", violadora de la patria potestad y de enviar
a los niños para la "China roja" y el "Moscú
comunista" para convertirlos en "carne enlatada".
Los medios informativos reaccionarios se hacían eco de
cuanta noticia infame se generaba contra Cuba.
En Brasil, el
diputado Josué de Castro, acompañados de otras importantes
personalidades, constituyeron la Asociación de Defensa de la Revolución Cubana.
Francisco Juliao, presidente de las Ligas Campesinas del estado de
Pernambuco, declaraba a la prensa: "en estos momentos no hay
un latinoamericano que sea patriota y tenga vergüenza que no esté al lado
de Fidel Castro."
La prensa reaccionaria de
Argentina y otros países de América Latina continuaban reproduciendo
los comentarios de las emisoras contrarrevolucionarias financiada por la CIA.
El
presidente guatemalteco Idígoras Fuentes, dijo en una
entrevista, que para resolver la amenaza fidelista no era necesario que Estados
Unidos reuniera a los cancilleres, sino darles instrucciones a la Junta Interamericana
de Defensa y recomendarle proceder sin piedad hasta exterminar a los
castristas. El dictador nicaragüense Anastasio Somoza, expresó que era
necesario y urgente eliminarlos a todos y les pidió a los
mercenarios le llevaran la barba de Fidel Castro.
El 23 de febrero el
Partido Guatemalteco del Trabajo denunció la ubicación
de las bases de los mercenarios en Guatemala, lo que provocó un
gran revuelo en ese país, contrario a la política del lacayo Idígoras.
El
expresidente de México, general Lázaro Cárdenas señaló que ante la
amenaza a la soberanía del pueblo de Cuba todos los
ciudadanos del mundo debían unirse en su defensa, porque defendiendo a
Cuba se defendía la del mundo.
El Gobierno Salvadoreño se
opuso al uso de su territorio por los mercenarios y el 25 de marzo se produjo
un golpe de Estado militar, auspiciado por Estados
Unidos. Muchos ciudadanos del pequeño país centroamericano,
indignados se lanzaron a las calles y fueron ametrallados a
mansalva.
Ante las protestas de
América Latina el 12 de abril el presidente de Estados Unidos
John F. Kennedy declaró que en ningún caso intervendrían en
Cuba. Muchas personas recibieron con tranquilidad esas declaraciones
mentirosas y creyeron en las palabras del señor presidente, mientras los
sabotajes y las agresiones continuaban.
El 15 de abril de 1961,
ocho aviones B-26 con las insignias cubanas bombardearon los aeropuertos
de Santiago de Cuba y San Antonio de los Baños y el campo de
la Fuerza Aérea Revolucionaria en La Habana, varias casas de los
alrededores fueron dañadas por la metralla y 53 personas civiles resultaron
heridas.
Las agencias de prensa
manipularon la información, falseando los hechos, decían, que
uno de los aviones atacantes había llegado a Miami, que el piloto
era de las Fuerzas Aéreas Cubanas y junto a otros aviadores,
bombardearon los aeropuertos y desertaron. Adlai Stevenson, embajador de
Estados Unidos en Naciones Unidas defendió esas declaraciones ante el
organismo internacional.
Poco después se
conocería que todo fue un plan preparado por la CIA y los aviones
procedían de Centro América y la
CIA les pintó las insignias cubanas. El señor Adlai
Stevenson, se vio obligado a admitir que su propio gobierno lo había
engañado.
El 17 de abril, se produjo
la agresión, pero la desinformación seguía predominando en las agencias
de prensa, se anunciaba que desembarcaron 1 500 hombres
en Bahía de Cochino por Playa Girón y Playa Larga, que en
Cuba se combatía, las milicias y el Ejército cubano no
podían detener a los atacantes, se reportaban
centenares de muertos, miles de heridos y
prisioneros.
Indicaban que los
contrarrevolucionarios se levantaron en la provincia de Camagüey y
que la Isla de Pinos fue tomada por los
anticastristas. Agregaron que 10 000 prisioneros fueron puestos en
libertad y se plegaron a la rebelión, que se efectuaron con éxito
varios desembarcos por diferentes puntos del país. Decían que en las
principales ciudades, los manifestantes apoyaban a los
"Libertadores".
Las emisoras radiales
desde Miami, informaban que el pueblo cubano se estaba sumando a
los invasores, los cuales eran recibido con flores y aplausos,
que el Comandante Ernesto Che Guevara se había suicidado de un
balazo en la cabeza en las montañas de Pinar del Río y que
otros dirigentes solicitaban asilo político o huían
desmoralizados hacia las montañas.
Según esas
informaciones el "puerto de Bayamo" fue tomado por los
"defensores de la democracia". Parecían desconocer que esa
ciudad estaba en el centro de la antigua provincia de Oriente,
a más de 70 kilómetros
de las costas. No era ningún puerto y además un símbolo de la cubanía
porque sus habitantes durante la
Guerra de Independencia prefirieron quemarla antes de
entregarla al enemigo. Pero para el Imperialismo y sus aliados la verdad
carecía de sentido.
El 19 de abril, Fuerzas
del Ejército Rebelde y de las Milicias Nacionales Revolucionarias tomaron por
asalto las últimas posiciones de los mercenarios. En
menos de 72 horas la invasión financiada y dirigida por el Gobierno
de Estados Unidos, fue derrotada. El pueblo de Cuba, infligían de
ese modo la primera gran derrota al Imperialismo Norteamericano en América. Los
mercenarios se rendían como moscas y las vidas de todos los prisioneros, fueron
respetadas y los heridos curados.
Luego se conocería que los
norteamericanos tenían listo un avión con el nuevo Gobierno cubano, formado por
ellos y subordinado a sus intereses. Los antiguos terratenientes, asesinos,
traficantes y funcionarios de la dictadura de Fulgencio Batista
tenían listas las maletas para el retorno triunfal a la Isla.
El 24 de abril el
presidente de Estados Unidos John F. Kennedy admitió la responsabilidad por la
agresión contra Cuba y su total fracaso. También aceptó cambiar a sus
mercenarios por alimentos, tractores y compotas para niños.
La victoria indiscutible
del pueblo cubano, derrumbó todas las mentiras y campañas desinformadoras.
Salió más fortalecido y listo para enfrentar nuevos peligros como lo demuestra
que el próximo año, festejará el 50 aniversario de ese colosal
triunfo.
Cincuenta años de
resistencia parecía razonable para que el Gobierno de Estados
Unidos cambiara su política de agresividad. La llegada del presidente
Obama, significó para algunos, una esperanza de que las
relaciones podrían mejorarse. Pero contrario a los pronósticos,
Obama cambió el escenario.
Se viven en
América Latina otros tiempos, los gobiernos ya no son los
dóciles lacayos. El campo de la servidumbre y el deshonor se
trasladó para el Parlamento Europeo que con espadas afiladas,
manchadas de sangre, las esgrimen para clavarlas en el pecho de los
cubanos.
La derrota de esas
provocaciones, terminaran como la de Playa Girón. La Revolución Cubana
saldrá más fortalecida. Esperamos que el señor Obama y la señora Clinton
tengan el coraje de admitir como hizo John F. Kennedy su responsabilidad de
tratar de subvertir el orden, la tranquilidad y la paz de Cuba
y han fracasado.
Los parlamentarios
europeos que aprobaron semejante resolución de Condena a Cuba, no han
medido las consecuencias de sus irresponsables decisiones.
Esa posición ofensiva
al pueblo cubano, aleja a sus gobiernos de Cuba en
el plano económico, político y cultural, precisamente lo que Estados
Unidos quiere. Ese Parlamento se parece cada vez más a la OEA. No se debe ceder en
nada. El tiempo se encargará de ubicarlos históricamente. El
primero de Mayo se les dará una contundente respuesta.
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